Un dia lloraba la sirena mecida por las olas del mar

Su frente era acariciada por el viento sobre el mar

En su nariz las gotas de rocío se unían con sus lágrimas

Y dentro de sus ojos se abría una ventana nueva:

El entendimiendo del sufrimiento eterno de su Rey Sereno

Por la esclavitud que el destino deparó para su pueblo.

  Así conoció el marfil de lo cetaceos secretos

Mientras sus cabellos se hundían en el agua

Agua que con suavidad rodeaba su cuerpo

Tocaba sus brazos y besaba sus dedos

Lavaba sus penas y buscaba su sexo

  La unión de sus lágrimas con el mar llamaba a su pueblo

Acudían todos a verla, tranquilos y oscuros, siniestros

Como al funeral de un amigo acuden los cuerpos

  Baladas de llantos tocaban su pecho

Extaciados miraban, con sus ojos perplejos

El cambio y transformación de una sirena en algo nuevo

Así su pueblo la elegía como se elige un mundo nuevo.