Del desperdicio del tiempo renace el pálpito
En el centro del destino del espíritu humano
Su cuerpo, su bendito lazo con el universo
Lo que lo hace sentir para entender cómo ser
Pues perfecto es el lugar en el que habita
En que según su percepción cambia su cuerpo
Como un vertiginoso circulo aparece en él
Removiendo en sus recuerdos cuan malo fue
Cuan oscuro e ignorante-perverso
Porque en la oscuridad de su mente abandonada
Lloró por volver a ser un niño de nuevo
Y sugiriendo que le mostraran sus miedos gritó
De amor, de júbilo, de gracia, de alegría
Por la ayuda de los astros brindada
Y les juró mirándose a los ojos en el espejo
Para saberse convencido que jamas volvería
A reír deshonesto.
Pero la Muerte acompaña al miedo y de la mano
En su mente explotan siempre los recuerdos
Que llevan al niño al éxtasis de la alegría
Por saberse que está entendiendo
De que se trata su vida
Así después de que en la oscura soledad del ser
Se considerara estúpido y dormido.
El natural juramento lo hace sentir despierto
Templa su ímpetu lo llena de energía
Que controla a su antojo y entregando su vida
Mira a los astros de noche y de día
Prueba su hombría cambiando sus actos
Borrando de su historia la hipocresía
Trata de pensar correcto y no olvida
Que poco a poco se devela ante su andar el secreto
De quien es él, de quien es su Vida.
Abandona su mente en los brazos de la Naturaleza
Y reza porque aquesta le ayude a mantener
Por sobretodo y bajo los astros la calma y el entendimiento
Porque así disfruta, porque así no olvida
El día que nació y su piel tocada por todo
Lloraba, gritaba, agradecía.
Y ahora que ya está grande y que conoce más que algo
Disfruta volver sobre sus pasos y mirar de reojo
Cuando no le interesa pensar en el fin de sus días
Solo y sin historia, sin una mano amiga.
En estas sombras reconoce como era el antes
Cuales eran sus defectos y los tacha con una X
Mirándolos a los ojos y pensando en sangre
Porque si olvida, la conciencia lo abandona
Y su ser se aleja de aquella que los astros le mostraron
Para crecer, para volverse maduro y sereno,
Y con una transparencia de sus sentimientos más puros,
Demostrarse su hombría.
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