



Ya desayunado y despierto
Orín por su juego va,
Predestinado a conceder frutalidad
A la mente de un hada inteligente
Por siempre se escucharán en amistad
Buscando los nombres en aquella habitación
De sus manos colgaba el pelo
Las Barbies, espejos, sin tomar reflejos
No, no, no, nos vemos
Un dulce de candy en las tardes
Viviendo romances, seis años, viviendo
Tan chico y me acuerdo
de cuando clavaba agujas en mis dedos.
Loki tenía plumas
Yo, yo era un ave
El grande fuego abrió mis alas
Tu restas importancia al juego
En realidad es la infancia
Cuando se mira lejos
Por deber mirar,
Para que los ojos toquen lo cierto,
Para tener donde llegar.
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