
(Un mal cuento del año de la cocoa. Muy ego, pero weno)
Me acuerdo como si hubiera sido ayer, fué tan impresionante que no creo que lo llegue a olvidar, tengo en mi cabeza todos los detalles, siempre me he estado convencido que tengo una memoria fotografica precisa, así como siempre he sabido que en cualquier parte voy a sobrevivir, que soy capaz de mantenerme vivo y salir del problema que sea, en las circuntancias que sean, quizas fué eso lo que me llevó a liderar el lote y lo que hice ese día lo que me confirmó el liderazgo de una manga de perdedores.
Por ese tiempo,(5 años ya), estaba embalado escuchando Aggro Metal, pero siempre disconforme con las ofertas musicales que la radio o el lote pudieran entregar, yo quería algo mas "elevado" diría el Pancho, por eso me puse a escuchat Tool, de esto me vanagloriaba y lo ocupaba como instrumento de superioridad, caso como el baculo del dominio de este lote. Siempre me lo querían arrebatar hablando de algún otro grupo, tratando de hacer comparación con Tool, pero siempre resultaba que yo ya los conocía y me ganaba la aprovación del lote conociendo mucho mas acerca del grupo que el mismo tipo que lo nombraba, y esto se daba por mi incansable busqueda del grupo perfecto para mis necesidades, pero siempre el que mas se ajustó a ellas fué Tool, y así mantenía al lote convencido que el mejor grupo de rock era Tool y yo me mantenía arriba de mi pedestal con mi baculo de poder en la mano.
Mi trono era la cima de la escalera, esa escalera que era el sistema de selección natural para el nivel de autoridad dentro del lote, los mas nuevos, los menores, o los con menos autoridad estaban abajo, y yo, siempre en la cima, es mas, cuando yo demoraba en llegar nadie ocupaba mi lugar, me respetaban como a su padre, los que lo tenían, porque a decir verdad el 75% eran hijos de madres solteras, un lazo que los unía aun mas.
Por ese tiempo,(5 años ya), estaba embalado escuchando Aggro Metal, pero siempre disconforme con las ofertas musicales que la radio o el lote pudieran entregar, yo quería algo mas "elevado" diría el Pancho, por eso me puse a escuchat Tool, de esto me vanagloriaba y lo ocupaba como instrumento de superioridad, caso como el baculo del dominio de este lote. Siempre me lo querían arrebatar hablando de algún otro grupo, tratando de hacer comparación con Tool, pero siempre resultaba que yo ya los conocía y me ganaba la aprovación del lote conociendo mucho mas acerca del grupo que el mismo tipo que lo nombraba, y esto se daba por mi incansable busqueda del grupo perfecto para mis necesidades, pero siempre el que mas se ajustó a ellas fué Tool, y así mantenía al lote convencido que el mejor grupo de rock era Tool y yo me mantenía arriba de mi pedestal con mi baculo de poder en la mano.
Mi trono era la cima de la escalera, esa escalera que era el sistema de selección natural para el nivel de autoridad dentro del lote, los mas nuevos, los menores, o los con menos autoridad estaban abajo, y yo, siempre en la cima, es mas, cuando yo demoraba en llegar nadie ocupaba mi lugar, me respetaban como a su padre, los que lo tenían, porque a decir verdad el 75% eran hijos de madres solteras, un lazo que los unía aun mas.
Ese día estabamos todos, los 23, casualidad o destino, como quieran, pero así fué:
Me acuerdo que algunos, incluso mayores que yo,me llamaban el tio Eder, tanto mujeres, hombres como gays, porque en el lote antraban todos. Todos. Cuando digo Gays me refiero tanto a homosexuales como lesbianas. Yo los instruía acerca de la vida y me escuchaban como a un profeta, esa era mi iglesia, los quería como a mis hijos, o como a mis hermanos menores y los los trataba de guiar por el buen camino, incluso muchos llegabana a mi casa a pedirme concejos, una consulta privada, y yo con todo mi cariño y compasión, mas bien lastima, los atendía. Así muchas minas del lote confundieron sentimientos y se enamoraban de mi, pero nunca me involucré con ninguna, era por ética, así me lo decía yo mismo, siempre traía mujeres ajenas al lote, esas eran mis parejas, y el que se quiciera hacer el amable con alguna de ellas era delatado por ellas mismas, así fué como me gané la enemistad de algunos, y eran esos los únicos que no me creían el lider, ¿quien te quiere como lider si lo golpèas, cierto?.
Ese día ya tenía bastantes litros de vino en el cuerpo, vino tinto, puro, "Caballero del Sol", $2.000 pesos el bidón de 5 litros 100, y a las 9:00pm pasé a buscar a mi mina , da lo mismo quien fuera, pero me acuerdo que nos entretuvimos en besos y caricias hasta las 10:00, cuando miré mi reloj y me dí cuenta que era tarde desidí que era hora de salir, así que nos encaminamos a la escalera , doblé la esquina y apenas les fuí visible me comensaron a saludar con gritos y silvidos felices de que hubiera llegado. Se me saludó como de costumbre. Los mas fervientes admiradores me besaban el puño y los que se ganaban mi confianza los abrazaba con los puños entrelazados en el pecho, a la atura del corazón, y un beso en la mejilla. Otros preferían simplemente que golpearamos los puños Los que se ganaban mi confianza lo hacían por demostrar responzabilidad y entereza frente a la vida, las mujeres eran tomadas con delicadeza por la nuca y la cintura y las besaba con sumo cuidado, pero nunca un beso frío ni distante, los gays no eran algo incomodo para mi, yo prefería que ellos me dieran la pauta para saludarlos, ya sea como a los hombres o como a mujeres, según lo que ellos prefirieran, ellos eran libres de expresión en mi presencia, en cuanto a mi mina, ella era saludada solo por mujeres gays, nunca por hombres excepto los de mi confianza. Eso se daba solo, sin previo acuerdo. Pasando por en medio de todos hasta llegar a la cima, a mi trono, ponía mi skate a un lado y a mi mina entre mis piernas un peldaño mas abajo que yo.
Ese día tuve una idea: les aposté $1.000 pesos a cada uno a que no podían derrotarme en justa pelea a mano limpia y sin camisa. Así logré juntar $12.000 pesos, los que fueron destinados a 3 bidones de Caballero del Sol, 3 Derby Light de 20 y 10 coca colas de litro. Mi deber era entregar pan, circo y sabiduría, ademas de mantener mi liderazgo.
Estabamos compartiendo todo esto cuando vi como un tipo empujaba a otro acusandolo dee haberlo timado con un papelillo de Pasta Base en la plaza que estaba frente a la escalera, el tipo que acusaba al otro se dió media vuelta amenazando al timador y desapareció en la oscuridad. En la banca que estaba perpendicular a la escalera quedó el timador y dos minas mas, el estaba en medio de ellas. Fué tan breve la discución que solo yo y mi mina nos dimos cuenta de lo sucedido, así que seguimos tomando y fumando, pero yo no estaba tranquilo, sabía que algo pasaría, tenía la impresión que el altercado no quedaría en eso.
Entre la plaza y la escalera había una reja que nos separaba del mundo de la delincuencia que ahí se daba como si ni los pacos ni las leyes tubieran peso en esa tierra, la plaza era tierra de nadie, pero ellos sabían que de la reja hacia aca era mi tierra y que yo recocía al que lo necesitara, vagos, drogos que quicieran dejarla, ladrones que quicieran dejarlo de ser, todos los incomprendidos cabían en mi escalera, y en mi había cariño, comprensión y ayuda para todos, era un grupo muy diverso, pero nunca desigual en oportunidades. Aunque un poco autoritario y monarquico, los simientos de mis leyes y derechos estaban puestos sobre a conciencia y libertad de todos, era una pseudoanarquia razonable. Guiados por mi, llegaríamos a ser un ejemplo para las autoridades, porque aunque los pacos no rigieran en mis tierras, nadie dañaba a nadie y siempre estaba todo en orden.
En la reja de los limites entre la plaza y la escalera siempre estaba un niño que nunca supe su verdadero nombre, pues nmo hablaba, pero con señas supe que tenía 9 años, en realidad, nunca supe si era niño o niña, y nadie tampoco lo supo, pero todos sabíamos que escuchaba, ya que atendía al nombre de Moco, pues siempre se lamía los mocos que tocaran su labio superior. Puedo jurar que llegaría a ser grande pues escuchaba muy atento mis concejos de alejarce de la delincuencia y la droga. El o ella, pero prefiero quedarme con que era niño, fué el único que que dejé sentarse a mi lado y que se mantuviera abrazado a mi cintura, muchas veces limpié su nariz como si fuera mi hermano menor que nunca tuve, era el único que podía ocupar mi sakate, nadie mas. Me escuchaba tanto que fué por eso que me convencí que sería el siguiente lider del lote. Paradojalmente era e mas alejado del mundo de la plaza, pero el único que se sentaba apoyado en esa reja que separaba la plaza de la escalera, por ende el que mas cerca estaba de la plaza siempre.
Cuando miré de nuevo a la plaza, porque mi corazonadano se terminaba, ví como el tipo que acusaba al otro de timarlo, volvía caminando rápido con una pistola en la mano desidido a matar al otro, Moco me miró y se dió cuanta de que algo pasaba, se dio vuelta amirar y no pude evitar que prescenciara justo el momento en que el timador fué acribillado, conté 14 tiros, pensé que ya no tenía mas balas, todos se dieron vuelta a ver lo que pasaba asombrados y moco quien nunca en los 3 años que lo conocía había pronunciado palabra alguno, gritó desesperado:
- ¡Hermaaaanooooo!!!!!!!!!!!!!...
Moco eras el hermano del timador, por eso siempre se mantenía cerca de la reja, quizás con la esperanza de que su hermano se alejara de la plaza y se uniera al lote.
Cuando el timado lo escuchó se dió vuelta y apuntó a Moco. Todos arrancaron como ratas por la alcantarilla del lugar y yo me levanté conb toda la calma, con is palmas abiertas hacia el asesino, pidiendole que no cometiera una locura, le dije a mi mina que se refujiara en un departamento del Block de la escalera y bajé 5 peldaños, pidiendole al tipo que me apuntara a mi, lo hacía, pero luego volvía a apuntar a moco. Todos miraban desde la calle Atonitos como pasaba todo. Y ahí estabamos los 3, el asesino, timado y drogado, se veía en sus ojos que había ido por drogas y un arma para saciar la sed de venganza por haber sido ridiculizado y humillado, Moco, quien no soltaba la reja y miraba a su hermano muerto sin darse cuenta que lo apuntaban, ¿sería acaso el hermano de Moco lo único que tenía?, y yo, quien pensaba todo esto y el como salir de esta situación. Me acordé que fueron 14 tiros, le quedaba uno, oja Alá lo errara o me lo diera a mi, pero el desidía: moco o yo. Me apuntaba cuando se lo pedía, pero luego cambiaba de parecer apuntando a Moco, en eso disparó... ví el fuego salír del arma, la bala viajar hacia Moco, salté, pero no llegué. La nuca de Moco quedó en mi cara y los restos de cerebro esparcidos por todos lados. Salté la reja y seguí al asesino, antes que saliera de la plaza alcancé a patear sus pìernas, perdió el equilibrio y calló, en el suelo se dio media vuelta y me apuntó con el arma, pero ya iban 15, no tenía mas balas. Jaló el gatillo y dejé caer mi pesado puño, endurecido por la ira y el desconzuelo de perder a Moco, en su nariz, a la sangre de la cabeza de moco en mi cara se unió la de su nariz y la de su boca y a mis nudillos sus dientes o pedazos de ellos, me golpeaba con la pisyola en la espalda, tomé su cara y con mis pulgares undí sus lobulos oculares hasta ver brotar la sangre a chorros y en un desenfreno bebí de ella, no escuchaba nada, solo veía su cara, mi perspectiva se redujo a eso.
Cuando terminé escuché como el tipo gritaba, me levante, saqué mis rodillas de sus hombros, tomé la pistola y apunté a todos en la plaza gritandoles que no se les ocurriera abrir la boca, que nadie había visto nada, el tipo dó sus últimos jadeos y cesó su respiración. Con la cara llena de sangre, nuca, pelo y cerebrofuí donde Moco. El lote me miraba desde la calle Atonitos, o habían visto todo. Saqué mi celular, llamé a los pacos, acosté a moco de espaldfas y vi en su frente un agujero tangrande como sus fosas nasales, limpié sus mocos por última vez, tomé mi skate y me fuí. En la esquina me detuvo mi mina y me dijo que no podía llegar a mi casa así y me prestó su ducha y ropa de su padre. Me limpié y volví al lugar de los hechos. Los pacos nunca preguntaron nada a nadie. Me acerqué al lote, los reuní bajo el block y me despedí diciendoles que no podía seguir siendo su lider porque no los había podido proteger, muchos lloraron, mas minas que otros y me abrazaron uno por uno, y así me fuí.
Nunca mas volví a ese lugar, nunca mas nadie volvió a ese lugar. Pero ahora cuando paso y veo la escalera y a una pareja conversando en ella, me imagino a Moco sentado en lo mas alto con su pareja, liderando un lote como el que lideré yo.
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